Se trata de devolver la dignidad y la esencia a las cosas. Eso basta para insuflar vida y personalidad a un espacio marchito.
La primera vez que visitamos este piso encontramos una vivienda triste. No guardaba, como otras, recuerdos de tiempos pasados; se encontraba sencillamente abandonada y apagada.
La petición de nuestros clientes fue clara: hagamos todo lo posible por convertir este piso en un nuevo hogar para alguien, con un presupuesto controlado.
Valoramos diferentes niveles de actuación antes de comenzar con la ejecución propiamente dicha, y en ese espacio de tiempo detectamos la oportunidad de recuperar la "casa nueva" que fue algún día, allá por los años 80. Esa ha sido la premisa, devolver el brillo y la luz originales a este piso, con toques renovados, pero manteniendo su innegable sello ochentero. No hemos podido resistir el hacer un guiño a la década en las láminas personalizadas del salón ;)
Los vidrios de las puertas, el terrazo pulido y el gotelé nos transportan en el tiempo, sin perder las prestaciones y la comodidad del presente. Para lograr la optimización de la inversión también se ha recuperado mobiliario, efectuando reparaciones y mejoras en algunos elementos. La intervención de albañilería se ha limitado a baños y cocina, reservando una parte del presupuesto para adquisición de mobiliario y para la adecuación de la terraza interior, más tranquila.
Este ejercicio conlleva grandes dosis de creatividad, pero el resultado merece la pena: hemos recuperado el hogar que algún día fue :)
GRACIAS por vuestra confianza.